UNA MISIÓN AL LÍMITE

Texto: Elvira Valbuena / Madrid

Fotos: CEGET

Ilustración: Esteban

El Centro Geográfico del Ejército de Tierra es el encargado de la delimitación de las fronteras que compartimos con Francia y Portugal, un cometido al que se une ahora la frontera con Andorra

A veces, es una sencilla cruz grabada en la piedra que puede verse a distancia; otras, es necesario subir a pie una montaña para acceder a él y, en el peor de los casos, la mano del hombre o la naturaleza lo han tumbado y se mantiene oculto entre la maleza. La ubicación y modelo de cada hito que delimita sobre el terreno la frontera española con nues­tros vecinos Francia y Portugal es tan variada como extensa. Solo en la frontera lusa, con­siderada como la mejor definida de Europa, existen más de 5.200 hitos, de cuyo manteni­miento se encarga el Ejército de Tierra, a tra­vés de su Centro Geográfico (CEGET). Esta misión, desconocida para la mayoría, requiere de un gran esfuerzo por parte del CEGET en su preparativa y ejecución. Detrás de cada campaña para reconocer el estado de las marcas fronterizas —denominadas hi­tos en Portugal y mugas en Francia—, hay un minucioso trabajo de documentación, ya que la definición efectiva de las líneas divisorias debe estar fundamentada en los tratados his­tóricos firmados entre ambos países, con la dificultad añadida de que muchos de los lu­gares referenciados en el texto han cambiado su toponimia. Este año, la principal novedad se sitúa en Andorra. El Ejército de Tierra español va a realizar una campaña de campo con nuestros vecinos andorranos en la línea de frontera, que en el lado del Principado coincide con cinco de sus parroquias, su división adminis­trativa. Los trabajos en Andorra se iniciaron en 2022 y tuvieron una duración de dos se­ manas. Actualmente, el CEGET elabora con los responsables andorranos un tratado por el cual quedarán establecidos el número de marcas fronterizas y sus coordenadas exactas.

UNIDOS POR LA FRONTERA

En el caso de Portugal, el Tratado de Límites firmado en Lisboa en 1864 delimita la fronte­ ra, cuyo mantenimiento también corre a cargo del Ejército al otro lado de la línea. Dos mili­ tares de cada país se unen una vez al año du­rante unas seis semanas, formando un equipo. Cada mañana, los cuatro se encuentran en la frontera, acuerdan el recorrido que van a reali­zar y comienzan su jornada de trabajo. Ambas partes tomarán nota del estado de cada hito y de sus coordenadas. En caso de tener que reu­bicar la marca, llegarán a un acuerdo sobre su posición geográfica.

La dirección técnica de los trabajos geo­désicos, topográficos y geomáticos para la delimitación, amojonamiento y manteni­miento de la frontera se realiza desde 1993. Hasta la fecha, se han mantenido y estableci­do las coordenadas de más de 5.200 de estas señales fronterizas, gracias a las campañas anuales de estos equipos mixtos, conforma­ dos por personal del CEGET y del Centro de Informaçiónão Geoespacial do Exército de Portugal, respectivamente.

Al año, se revisan entre 800 y 1.000 hitos, de tal manera que toda la línea divisoria se com­pleta cada seis años. La campaña de 2023, que hace la número 66, arrancó el pasado 24 de abril y con ella se completará por el sur la última vuelta, más de 900 hitos hasta el puen­te internacional de Ayamonte (Huelva). El año que viene, volverán a comenzar otra vez por Galicia.

Los responsables del mantenimiento de los hitos principales en el límite con Portugal son los ayuntamientos de las poblaciones que se encuentran a ambos lados de la frontera. En el caso de los hitos secundarios y de referencia, se encarga el CEGET.

DE HITO EN HITO

La primera fase de la campaña con Portugal es de revisión, tiene lugar antes del verano y dura seis semanas. La segunda fase es de repa­ración o reposición: hitos dañados, tumbados o desplazados, que hay que recolocar en sus coordenadas correctas. Entre ocho y 10 hitos desaparecen cada año y hay que fabricarlos de nuevo en una cantera, ya que son de gra­nito. Esta segunda fase se realiza después de la época estival, que se aprovecha para llevar a cabo todas las gestiones, y dura de dos a tres semanas, dependiendo del tipo de incidencias registradas durante la primera fase.

ANDORRA Y FRANCIA

Cada frontera es distinta y su forma de mante­nerla también, explican el comandante Abad, el capitán Parra y el subteniente Escamilla, miembros de la Jefatura de Información del Centro Geográfico del Ejército de Tierra y responsables de la revisión de fronteras. No solo su extensión y orografía son distintas. La frontera portuguesa es más lineal y está bien definida. La francesa es más abrupta y cuenta con más desniveles, ya que discurre en buena parte por los Pirineos, donde existen hitos en lugares prácticamente inaccesibles, subrayan los miembros del CEGET.

En el caso galo, los responsables del man­tenimiento de la frontera no trabajan juntos; cada equipo va por separado a la hora de ob­ tener las coordenadas precisas de las mugas que no las tienen. En el lado español, son mi­ litares; en el francés, civiles. En España, los responsables del mantenimiento de las seña­ les son los delegados permanentes de amojo­namiento, pertenecientes a las Delegaciones del Gobierno.

En la frontera con Francia, las campañas constan de una sola fase, tanto del lado español como del francés. Las campañas españo­las son periódicas y se realizan en junio; las francesas se realizaron durante unos años. Desde 2010, el CEGET obtiene cada año sobre el terreno las coordenadas exactas de las mar­cas, que son validadas por España y Francia en las reuniones periódicas de la Comisión Mixta de Amojonamiento, de la que el coronel jefe del CEGET es copresidente.

Este año, la campaña francesa será susti­tuida por la de Andorra, donde todo está por hacer. En unas semanas, arrancará la segun­da campaña en el Principado, que durará un mes. Los trabajos consistirán en recopi­lar toda la información posible y hablar con los ayuntamientos de la zona. Comenzará entonces la búsqueda de cada marca fronte­ riza, ya que se trata de definir la propia fron­tera. Tanto en Francia como en Andorra, el CEGET colabora con el Instituto Geográfico Nacional.

Una de las colaboraciones más especiales que ha hecho el CEGET ha tenido lugar entre el 20 y el 23 de marzo pasados en la isla de La Palma. Allí, los miembros del Ejército apoya­ ron los vuelos fotogramétricos del Instituto Hidrográfico de la Marina, al obtener 52 pun­tos de control sobre el terreno en Tazacorte y Santa Cruz de La Palma. Estos vuelos servirán para determinar la nueva línea de costa, inclu­yendo las áreas ganadas al mar tras la erupción del volcán Cumbre Vieja.

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