EL MUAY THAI TE INCULCA VALORES MUY POSITIVOS

Texto: Ana Vercher (Madrid)

Fotos: Regimiento «Asturias» n.º 31

Con el pelo recogido en las conocidas como «trenzas de boxeadora» y los guantes enfundados, la soldado Baos suda la camiseta en lo alto del tatami, mientras estudia nuevos movimientos y golpes de muay thai ­—también conocido como boxeo tailandés—. Lo lleva haciendo algo más de diez años, desde que descubrió este deporte: «Comencé practicando kick boxing, pero después probé esta opción y me enamoré», explica la soldado, destinada en el Regimiento de Infantería «Asturias» n.º 31.

Atraída, desde niña, por las artes marciales, su familia nunca le permitió practicarlas. «Pensaban que me iban a «embrutecer», y yo misma sentía que como era pequeña y mujer no iba a tener ni fuerza ni capacidad de defenderme», asegura. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Ya con dieciocho años cumplidos, se apuntó a un gimnasio y terminó descubriendo el muay thai, un deporte realmente duro, pero del que la soldado Baos destaca que es muy completo: «A nivel físico te aporta fuerza, resistencia y velocidad, y a nivel mental te da seguridad en ti mismo, autocontrol, tolerancia a la frustración o dominio de las emociones, entre otros aspectos». Igualmente, asegura que promueve unos valores muy positivos, como son el respeto —al maestro, a los compañeros (y rivales) y a las tradiciones—, la perseverancia y la disciplina. Tanto es así que anima a todo el mundo a probarlo, ya que «es ideal para ponerte en forma, ganar confianza o aprender a defenderte. Incluso es un gran complemento para los militares, ya que nunca está de más practicar y perfeccionar el combate cuerpo a cuerpo».

Y así, poco a poco, Baos se fue enganchando a este deporte al que, a día de hoy, le dedica cinco horas de entrenamiento diario, y del que es profesional desde hace tres años. De igual manera, reivindica un mayor apoyo y visibilización para este tipo de deportistas, ya que «en otros países, como Estados Unidos o Austria, el gobierno les paga un salario bastante digno por representar a su país en las competiciones».

SER MILITAR TAMBIÉN AYUDA

Por suerte, el hecho de ser militar, y la importancia que el mundo castrense da al deporte, le permite compaginar entrenamiento y trabajo. Por la mañana, aprovechando la hora de deporte en su unidad, suele centrarse en cardio, para dedicar las tardes a la parte más técnica. De igual modo, cuando se acerca la fecha de una competición, los entrenamientos se intensifican y se hacen «más específicos para el rival, trabajando en su estilo, para poder desempeñar un buen papel en la pelea. Es lo que se conoce como “campamento de entrenamiento”». Junto a ello, lleva a cabo una dieta específica para sus requerimientos energéticos, siendo lo más saludable posible para mantener un peso cercano al de competición y rendir al máximo, además de los cortes de peso que se realizan una semana antes de la competición. Son precisamente esos cortes los que Baos destaca como uno de los aspectos más complejos del muay thai: «La gente piensa que son los golpes, pero, para mí, esa es la parte divertida».
Su tesón y constancia la han llevado a conseguir un más que notable palmarés, donde destaca el hecho de ser campeona de España amateur, tanto de muay thai como de K1 —otro deporte de combate—, en los años 2017, 2018, 2019 y 2021; bronce en el Campeonato del Mundo de Muay Thai, celebrado en Tailandia en 2018; plata en el Campeonato del Mundo de K1 de Polonia, en 2019, y oro en el Campeonato Ibérico Profesional en 2023.

Ahora tiene la mirada puesta en su próxima cita deportiva: el Campeonato de España de K1, que se celebrará este mes de marzo, mientras espera la confirmación del Campeonato de Europa WBC, de boxeo profesional, que está previsto que se celebre en Francia en abril.
Sin duda, son muchos los podios que, seguro, aún le quedan por alcanzar a esta militar por vocación, quien decidiera entrar en el Ejército de Tierra hace dos años, pues sentía que los valores castrenses «casaban mucho» con su estilo de vida. Profesionalmente, también muestra su capacidad de trabajo, ambición y superación, ya que su intención es ascender a oficial: «Ahora estoy estudiando un grado superior, pero cuando lo acabe quiero presentarme a la Academia General Militar», concluye la soldado Baos. Sin duda, le auguramos muchos éxitos.

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