«Servir para servir»

En las noches del lejano año 1943, comenzaron en la base de Carabanchel las clases  en las que obreros y soldados, después de una dura jornada,  intentaban mejorar su futuro especializándose en sus trabajos. 75 años después, varios centenares de ex-alumnos y familiares, celebraron estos inicios de la Escuela de Automovilismo del Ejército, posteriormente Instituto Politécnico.

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Cartel del 75 aniversario

El evento, que tuvo lugar el pasado 25 de mayo fue impulsado por la Asociación de antiguos alumnos en general y su presidente el comandante retirado Antonio Verde Pérez en particular. La jornada de camaradería y convivencia, estuvo dominada por los recuerdos y las anécdotas en un ambiente familiar. El acto militar, realizado en el Acuartelamiento “General Arteaga”, contó con la presencia del General de Ejército JEME Francisco Javier Varela Salas. Al abrigo de las viejas instalaciones y a la sombra de la torre del Reloj cientos de veteranas voces cantaron el himno del Instituto Politécnico, forja y crisol de una juventud que ha aportado al Ejército de Tierra  y a la industria española, miles de orgullosas vocaciones de valor y trabajo.

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Un momento del acto militar.

Como recuerdo de este día, se ha instalado en la fachada del edificio de mando de lo que fue la escuela, una placa conmemorativa que da fe del cariño de los alumnos que convivieron en sus aulas y talleres. En ella se recuerda a su primer director, el General Piqueras y pueden verse los escudos de la Escuela de Automovilismo e Instituto Politécnico con su legendario lema: “Servir para servir”. Debemos mencionar también la presencia en los actos de su último director, el Coronel Tárrega y algunos de sus profesores.

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Placa conmemorativa

La Escuela de Automovilismo del Ejército.

Con el mismo objetivo, pero con distintas denominaciones y organizaciones, la primitiva Escuela de Automovilismo fue superando el paso del tiempo. A modo de resumen contaremos que la promoción cero, la de 1943, contó con 48 alumnos. En 1944 tomó el nombre de Escuela de  Formación Profesional de Parque y Talleres del Ejército. En 1947 pasó a denominarse Escuela central de Formación Profesional dependiente de la Dirección de Transportes. Al crearse el Cuerpo de Suboficiales Especialistas en 1958, la escuela acoge la formación de los mismos.

Es en 1961 cuando los alumnos son matriculados en la Escuela de aprendizaje industrial de Carabanchel bajo, al ser un centro no oficial reconocido. En 1974 se integra como centro oficial en el sistema educativo y pasa a denominarse Escuela de Formación profesional nº 1 del Ejército de Tierra y formando técnicamente a los primeros alumnos de la Escala Básica de Suboficiales.

 En el transcurso de estos años la inicial especialidad de montadores se va ampliando a diversas especialidades de la rama de automoción y metal. En 1975 se conforma el abanico de especialidades en dos ramas:

Automoción: Mecánica, electricidad y Helicópteros

Mecánica: Máquinas y Herramientas, chapista-soldador, Montador de máquinas y equipos así como  Mecánico de armas

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Uniformidades de 1948 y 1971 de los alumnos

Es en 1976 cuando la escuela pasa a denominarse como Instituto Politécnico nº 1 del Ejército de Tierra, teniendo su hermano, el número 2, en la ciudad de Calatayud. Este año se amplía la rama de especialidades con las artes Gráficas (reproducción foto-mecánica). En 1982 se incorpora a los planes de formación la última de las ramas que ha impartido el centro: Hostelería.

En estos 75 años, más de 20.000 jóvenes han salido por la puerta del viejo acuartelamiento de Carabanchel, contribuyendo con su trabajo al buen funcionamiento de las unidades. El Ejército de Tierra ha vivido, desde los lejanos años cuarenta,  una constante evolución tecnológica imposible de imaginar sin sus especialistas. Muchos de los Oficiales, Suboficiales y tropa salidos de sus talleres siguen en activo, mientras otros ya han merecido el pase a la reserva o el retiro.

Por último, para aquellos que hace tiempo  nos dejaron para siempre, nuestro reconocimiento, recuerdo y orgullo. Que Don Bosco los proteja a ellos y a todos.

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Prácticas de taller.

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