Texto: Elvira Valbuena / Madrid
Fotos: DIIN
Ingenieros Politécnicos del Ejército se integran en los equipos de la UME movilizados en grandes terremotos y son los primeros en acceder a los edificios colapsados.

Los primeros minutos de trabajo del oficial del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos del Ejército de Tierra (CIPET) desplegado junto a la Unidad Militar de Emergencias (UME) en una zona devastada por un terremoto de gran magnitud son esenciales. De sus decisiones dependerán tanto la seguridad del resto del equipo de Búsqueda y Rescate en Zona Urbana (USAR) —Urban Search and Rescue, por sus siglas en inglés—, conformado por personal de un batallón de la UME, como de los supervivientes atrapados bajo los escombros. El ingeniero CIPET del Ejército de Tierra especializado en estructuras colapsadas es el primero en entrar en la edificación dañada, y será el responsable de estudiar su comportamiento, los accesos y salidas más seguros, así como los trabajos técnicos a realizar para estabilizar su estructura, antes de que entre el resto del equipo.
Los equipos USAR están englobados en la organización INSARAG (International Search and Rescue Advisory Group), un grupo asesor internacional que gestiona las operaciones de búsqueda y rescate en grandes catástrofes. INSARAG forma parte de Naciones Unidas y está integrado por más de 80 países y organizaciones, que acuden en apoyo de sus miembros cuando lo soliciten. En España, estos equipos son aportados por la UME —cada uno de los cinco Batallones de Intervención en Emergencias (BIEM) cuenta con un equipo USAR susceptible de ser activado— y por ERICAM, la unidad especial de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid.
Estos equipos especializados se tipifican según las capacidades que puedan aportar, de acuerdo a los estándares establecidos por INSARAG. Actualmente, la Unidad Militar de Emergencias no tiene ingenieros en plantilla y es el Ejército de Tierra el que aporta a la UME esta capacidad.

«Los ingenieros CIPET especializados en Construcción se convierten así en un elemento capacitador de los equipos USAR de la UME», explica el capitán Pajares, del Centro de Proyectos de la Dirección de Infraestructura (DIIN) del Ejército, para quien este apoyo es muy enriquecedor para ambas partes, ya que los ingenieros politécnicos del Ejército aportan sus conocimientos a la UME y esta les ofrece formación por parte de especialistas de «altísimo nivel, muy preparados y conocedores de este tipo de emergencias».
UNA COLABORACIÓN VOLUNTARIA
Se trata de una colaboración voluntaria y permanente que nació casi a la vez que la propia Unidad Militar de Emergencias, por el año 2007, y que se amplió y formalizó gracias a la iniciativa de la Dirección de Infraestructura, desde la que se decidió darle un impulso. «Al principio, la UME solo contaba con la ayuda de un ingeniero del Ejército del Aire y del Espacio destinado en ella, con mucha experiencia, y que lleva mucho tiempo trabajando allí, pero se vio que esta capacidad era insuficiente y decidimos brindar nuestro apoyo», explica el general Joaquín de la Torre, jefe de la DIIN del Ejército de Tierra.
El Ejército ha desplegado por primera vez en apoyo de la UME durante el terremoto de Turquía
Hoy en día, este servicio está perfectamente integrado dentro de las funciones de los oficiales CIPET, al margen de sus tareas habituales. Existe un turno de trabajo rotatorio entre todos los ingenieros politécnicos de cada una de las cuatro Comandancias de Obras penin- sulares y del Centro de Proyectos de la DIIN, que se van alistando de dos en dos —un titular y un imaginaria— y que se encuentran disponibles en todo momento para integrarse con un equipo USAR de la UME, si este es solicitado. Cada mes, entra de guardia un batallón de la UME, y un oficial CIPET del Ejército de Tierra está adscrito a él.

Esto es lo que le ocurrió al capitán Navas, destinado en el Destacamento de Granada, quien desplegó en Turquía con la UME cuando se produjo el terremoto, en febrero pasado. El capitán Navas recibió el preaviso de activación por parte del responsable del BIEM II, situado en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla), al que está adscrito, y en cuestión de horas despegó junto al contingente movilizado rumbo a Adana. «Esta fue, además de mi primera operación real con la UME, la primera en la que un integrante de la Dirección de Infraestructura del Ejército de Tierra es desplegado en apoyo a un equipo USAR», señala el capitán Navas. «Para mí, ha sido gratificante, sin olvidar la tragedia a la que nos enfrentábamos, el hecho de poder desarrollar los años de preparación tan específica así como participar, junto al resto de componentes del equipo, en el rescate de dos niños y de su madre y volver a casa con la satisfacción del deber cumplido», añade.

Para poder activarse en todo momento, el oficial CIPET no deja de prepararse. Junto a la UME, realiza una semana de formación al menos una vez al año. La última de estas jornadas ha tenido lugar antes del verano en Zaragoza, donde los oficiales CIPET han puesto en práctica sus conocimientos sobre las ruinas de un hotel, donde han ido indicando a sus compañeros los apuntalamientos, desescombros o construcciones a realizar. «Realmente hay que estar siempre preparado. La tierra puede temblar en cualquier momento», afirma el capitán Navas.