«Los obstáculos están ahí, lo importante es cómo te enfrentas a ellos»
No es fácil coincidir con Lydia Valentín (Camponaraya, León; 1985), debido a la exigente vida deportiva que lleva. La nueva embajadora de Marca Ejército por la provincia de León es la mejor halterófila de España en décadas y así lo demuestra su amplio palmarés, especialmente, el olímpico: oro en Londres 2012, plata en Pekín 2008 y bronce en Río de Janeiro 2016. Las dos últimas medallas llegaron con retraso, debido a que se descalificó por dopaje a las deportistas que ganaron entonces. Este año, iba a disputar los Juegos Olímpicos de Tokio, pero una lesión de cadera se lo ha impedido, aunque ella ya está centrada en la recuperación y pensando en las siguientes competiciones.
Ahora es ya oficialmente embajadora de Marca Ejército.
Sí, es raro hasta decirlo, porque se sale un poco de a lo que estoy habitualmente familiarizada. Al final, los valores que representa un deportista son siempre los mismos: disciplina, compromiso, honor, ganas de mejorar, trabajo en equipo, respeto… Todos esos valores coinciden con los del Ejército, que también los ha visto en mí.
¿Cómo llegó a este deporte?
Con 11 años comencé, de casualidad. Me gustaba el deporte en general porque era una niña que practicaba diferentes disciplinas. El entrenador de halterofilia me lo propuso y me gustó, y con 15 años vine a entrenar a Madrid con la Selección española. Empecé a soñar con objetivos internacionales y a comprometerme totalmente.
¿En algún momento sus padres le intentaron parar porque era una disciplina muy dura?
No, para nada. En ese momento, veían a una niña que cursaba sus estudios y hacía deporte extraescolar. Para ellos era un poco chocante que practicara la halterofilia, porque es un deporte dirigido a los hombres, pero les gustaba que realizara deporte. Ellos eran felices hiciera lo que hiciera, mientras yo disfrutara.
En su disciplina es el máximo referente en España, tanto para hombres como para mujeres.
Sí, realmente son las únicas medallas olímpicas que tiene la halterofilia en España. No hay campeones mundiales masculinos. Soy una pionera en este deporte, da igual el sexo. A mí, personalmente, me hace más ilusión y es especial, dado que es un deporte en el que he sido yo la única que ha conseguido una medalla.
¿Se imaginó alguna vez que podría vivir de esto?
No. De hecho, nunca lo he pensado. Creo que el vivir del deporte es una consecuencia de lo que estás haciendo, de lo que amas y de un estilo de vida. No te lo planteas.
Aun así, ha sufrido por el camino, con la polémica de las medallas olímpicas o las lesiones. Eso tiene que afectar.
En una trayectoria tan larga, de más de 20 años, ha pasado de todo. Pienso que los obstáculos siempre van a estar, pero lo que te marca como deportista es cómo te enfrentas a ellos. En su momento, con el tema del dopaje, sentí mucha frustración, pero a la vez alivio al ver que no hay nada más importante que el honor, dormir tranquila, saber que hacía las cosas bien y que la verdad sale tarde o temprano. Las lesiones en el alto rendimiento están ahí, este año ha sido muy diferente a lo que me imaginaba. Hubiera preferido que fuera en otro momento y así haber conseguido otra medalla en los Juegos Olímpicos, pero hay veces que no todo es como queremos. Tienes que salir reforzada de la situación. Soy una persona que intento ver el lado positivo y trabajar, que es la clave de todo.
¿En qué está centrada ahora?
A corto plazo, todavía en la recuperación de la lesión. Pensábamos que iba a ser diferente, pero requiere largas horas de tratamiento. Quiero estar al 100% y, de cara al próximo año, comenzar con el Campeonato del Mundo, que es clasificatorio para París 2024.
Entonces, ya está pensando en los próximos Juegos.
Sí (ríe). A largo plazo siempre está la sombra de los Juegos Olímpicos, que es lo que realmente hace ilusión. Está claro que tienes que pasar por Europa y los mundiales para clasificarte, pero los Juegos… Es lo máximo. Encima, este ciclo olímpico va a ser más corto de lo habitual, así que todavía más.
Tiene que ser complicado desconectar.
Sí, porque dedicas tu vida a los entrenamientos y competiciones. No son: «Cinco horas y me voy», si no el tiempo que dedicas al gimnasio, la recuperación, la alimentación, el sueño y tu mente, que está constantemente diciendo: «Me voy, porque tengo que descansar para mañana». Es fundamental estar comprometida al 100%. En el momento en el que no lo estás, porque también tienes que desconectar, es un cambio complicado.
¿Qué consejo le daría a una niña que está empezando en la halterofilia o que ve su referente en Lydia Valentín?
Que se lo pase bien y que las cosas con tranquilidad y mucha disciplina se obtienen. Es una niña y con el tiempo irá descubriendo si se quiere focalizar en el alto rendimiento o no. Sobre todo, que disfrute, practique deporte y una vida saludable.

