Les llega a su nariz lo que nadie huele, les llega a su oído lo que nadie oye, y a través de sus patas sienten lo que nadie siente. Naia tiene ocho años y está acostumbrada a luchar contra la desesperanza entre las ruinas de un terremoto, los desastres de una guerra, los deslizamientos de tierra o las explosiones destructivas.

La cabo 1º Mónica Rocamora, destinada en el Cuartel General del Mando de Operaciones Especiales, la conoce bien. Es su guía y junto a esta labradora no dudó en volar a Ecuador para unirse al dispositivo que se organizó para el rescate de las personas desaparecidas y que podían haber quedado atrapadas entre los escombros. Dicho dispositivo estaba dirigido por el Bombero sevillano Jaime Parejo García y estaba compuesto por unidades caninas de Bomberos del Grupo Especialista en Rescate Canino en Catástrofes Método Arcón (GERCCMA), Bomberos para el Mundo, Brigada Patria Núm.9 y Grupo de Intervención y Rescate (GIR), estas dos últimas del Ejército y Policía ecuatoriana, respectivamente.
A pesar de que las máquinas ya habían intervenido pasadas las primeras horas del terremoto, los ejemplares caninos, Naia entre ellos, se pusieron manos o, mejor dicho, patas a la obra y empezaron a realizar su trabajo; un duro y estresante trabajo con un calor sofocante (38º C) y una humedad más alta que la luna (90%).

Los perros realizan una labor en equipo, manejando ese mismo idioma que entiende los susurros y que sólo pueden oír ellos, de gente desesperada y sin fuerzas, aplastadas por las ruinas; ese idioma común que emplean los canes para ayudar a las personas hasta el último aliento; ese idioma común en el que está escrito el contrato donde los ancestros de los perros actuales juraron fidelidad eterna al hombre.
Gracias a la actuación simultánea de los equipos caninos, “Akiles”, un perro de la ecuatoriana Brigada Patria Núm. 9, pudo rescatar con vida a dos personas sepultadas en Pedernales, sector 5.

Gracias a los perros y a sus guías llegan esperanzas a gente que la ha perdido y llega la vida, a quien ya creía que no la tenía.
Gracias, Naia, gracias Akiles…
Un gran abrazo al pueblo ecuatoriano que seguro que saldrá fuerte de esta terrible sacudida.
La cabo 1º Mónica Rocamora es fundadora y coordinadora de la Unidad Canina ECOS B&RMA, con sede social en la localidad de Cox (Alicante), es una asociación sin ánimo de lucro. Su principal objetivo es la formación e intervención de perros especializados en la búsqueda y detección de personas vivas sepultadas bajo escombros (Terremotos, deslizamientos de tierra, aludes, etc.), así como la búsqueda y detección de personas desaparecidas en grandes áreas. El grupo está compuesto por 15 miembros entre voluntarios y profesionales del mundo de las emergencias y cuenta con un ejemplar canino especializado en la búsqueda y detección de personas vivas sepultadas, dos ejemplares especializados en la búsqueda y detección de personas desaparecidas, un ejemplar especializado en terapia y trabajo social con personas excluidas. En la actualidad están formando a otros tres futuros equipos caninos especializados en búsqueda y rescate.
Gracias por vuestra entrega , Saludos 73 , 51.