Conocer al…. cabo Gallego

«Con el jiu jitsu nunca dejas de aprender»

Texto: Ana Vercher (Madrid)

Foto: Cbo. Gallego

Hasta el más pequeño puede lograr defenderse frente a alguien más grande. Ésa es la idea que quiere transmitir el jiu jitsu brasileño, un arte marcial en el que se asegura que si se aplica la técnica adecuada, y de una manera eficaz, se puede llevar al adversario al suelo, desgastándolo y finalmente sometiéndolo, sin importar tanto el tamaño como la destreza. Se centra principalmente en la lucha cuerpo a cuerpo en el suelo, usando para ello luxaciones, estrangulamientos, inmovilizaciones y derribos. Y es que el principal objetivo del jiu jitsu brasileño es doblegar al rival sin necesidad de usar golpes.
Eso es, precisamente, lo que más llamó la atención del cabo Gallego —destinado en el Establecimiento Disciplinario Militar de la base «San Pedro», en Colmenar Viejo (Madrid)—, quien practica jiu jitsu desde septiembre de 2021: «Lo descubrí en zona de operaciones, cuando coincidí con un cinturón negro que, a día de hoy, sigue siendo mi maestro». Allí se enganchó a este deporte, que decidió seguir practicando una vez regresó a España, y sin el cual ya no puede imaginarse.

Amante del deporte en general, al cabo Gallego también le gusta hacer pesas y practicar las conocidas como MMA (Artes Marciales Mixtas, por sus siglas en inglés), sin embargo, otro de los aspectos que le atrajo del jiu jitsu fue el hecho de que «nunca dejas de aprender». Asimismo, destaca que este tipo de ejercicios tienen un componente psicológico muy importante, en los que «hay que saber ser muy estratega».

Por ello, anima a todo el mundo a practicarlo, ya que es una disciplina que fomenta «muchísimos valores, a la par que aporta confianza en uno mismo y enseña a defenderse», asegura el cabo Gallego, quien añade que, en su opinión, «el jiu jitsu en muy útil para un militar y complementa muy bien su formación». Eso sí, reconoce que los comienzos pueden ser muy duros, «dándote una cura de humildad, aunque, con el tiempo, se vuelve muy gratificante».
En cualquier caso, lo que podía parecer un simple entretenimiento, fue ganando espacio en la vida de este treintañero turolense, al que su maestro pronto le animó a competir. En apenas tres años, el cabo Gallego ha logrado alcanzar, entre otros muchos títulos, el de subcampeón mundial; dos veces campeón de Europa; tres veces campeón de España; y campeón de Madrid, Cataluña y Galicia —todos ellos, en distintas modalidades y formatos de campeonatos—.

De todas las veces que se ha subido a un pódium, hay una de la que se siente especialmente orgulloso: cuando logró el primer puesto en la Copa de España 2024, celebrado en septiembre. «Ahí ha sido la primera vez que he conseguido ser campeón en la categoría Absoluta, es decir, campeón de todas las categorías de peso. Esto es muy complicado, reservado normalmente a deportistas más pesados. Yo soy peleador de 64 o 70 kg frente a rivales de 120 kg», explica el cabo Gallego.
Como suele ser usual en estos casos, para lograr algo así es necesario seguir un riguroso entrenamiento, dedicándole más de dos horas diarias —entre ejercicios de cardio, fuerza, técnica y sparring—, de lunes a viernes, mientras que los fines de semana suele dedicarlo a otros deportes, como las mencionadas MMA.
La alimentación es otro de los aspectos básicos para poder rendir al máximo. Por ello, intenta comer lo mejor posible, con el objetivo de cubrir todas sus necesidades, aunque también tiene muy claro que no puede convertirse en una obsesión: «Me doy mis caprichos con la comida, porque en los deportes de combate es muy frecuente que haya personas con trastorno de alimentación, algo que está, incluso, normalizado. Hay que luchar contra eso. No sólo es importante la salud física, sino, también, la mental».

Militar por vocación, el cabo Gallego siempre tuvo claro que su vida profesional pasaba por vestir «de verde»: «Me hice militar para poder servir a mi país y ayudar a otras personas. También, por los valores que la milicia impulsa, como el esfuerzo, el respeto, la disciplina o la valentía, que son principios con los que me siento identificado y que me parecen fundamentales para el desarrollo del ser humano». Ahora, compagina su férreo entrenamiento de jiu jitsu con sus estudios para lograr la permanencia, aunque tampoco descarta continuar su carrera como suboficial. Estamos convencidos de que, tanto en su faceta deportiva como profesional, le esperan numerosos éxitos.

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