ENTREVISTA A…David DeMaría (Cantautor)

Texto: Ana Vercher / Madrid

Fotos: Sdo. Iván Jiménez (DECET)

Hablar de David DeMaría (Jerez de la Frontera, 1976) es hacerlo de un artista en mayúsculas. Un músico «de los de antes», al que aún le tiemblan las manos al cantar —a pesar de que lleve más de 25 años dedicándose a ello—. Con más de un millón de copias vendidas, DeMaría sigue recorriéndose España con su guitarra y sus canciones llenas de letras «que hacen pensar». Con él hablamos de su trayectoria, de cómo ve la industria musical actual y de su colaboración con el Ejército, pero también de valores, sinceridad y amor a la cultura.

Su último disco, A estas alturas del partido. 25 años, vio la luz el año pasado e incluye temas de su discografía junto a cuatro canciones inéditas. ¿Cómo ha sido recopilar toda una vida dedicado a la música?

Ha sido complicado hacer la selección y, seguramente, si hoy la hiciese de nuevo incluiría otras canciones… pero es que si la hiciese mañana también sería un disco diferente. Ha sido muy bonito volver a trabajar con temas que compuse hace más de 20 años pero, sobre todo, comprobar que aquello que sentía cuando apenas era un veinteañero ahora lo siento y «me toca» aún con más fuerza. En ese sentido, era un poco visionario, y es increíble que en este momento sea aún más auténtico el sentimiento. ¡Quién me lo iba a decir a mis casi 50 años! Pero cuando uno va viviendo ciertas experiencias importantes, como tener un hijo o separarte, se te van removiendo cosas.

«Llevo más de 25 años viviendo de la música
y sigo siendo fiel a mí mismo»

Antes de este álbum vino Capricornio, que se publicó en plena pandemia ¿Fue duro componer en ese momento?

El disco ya estaba hecho, pero al llegar la pandemia todo se retrasó y eso nos permitió trabajar un poco más al detalle, dedicándole más tiempo. Sin duda fue una época difícil, como para todos, y sentí mucho la soledad: mis padres estaban en Jerez, mi hijo con su madre y había que estar encerrado en casa. Ahí sí noté ese peso de estar solo. Cuando iba a recoger a mi hijo cada 15 días y luego volvía a llevarlo con su madre, lloraba en el mismo semáforo, aunque me prometía no hacerlo. Pero también salieron cosas muy bonitas y creo que Capricornio es mi disco más desgarrador por muchas razones, también porque fue el primero con mi hijo ya nacido.

Le he escuchado en alguna ocasión decir que, desde que nació su hijo, siempre está presente en sus canciones de una manera u otra. ¿Es más fácil hacer música pensando en quien se quiere o en quien te ha herido?

Es cierto que mi hijo está presente en mi música y es lógico; la paternidad me cambió y yo creo que para bien. Cuando te conviertes en padre, las cosas cogen una perspectiva diferente y, al final, todo eso que está dentro se nota en tu trabajo. Además, mi hijo ya tiene una edad en la que escucha mis canciones, va teniendo sus preferencias y que llegue y me diga: «Papá, esta canción me encanta» o se sepa los estribillos… ¡Eso es maravilloso! Respecto a tu pregunta, en general yo siempre he preferido cantar a quien quiero, prefiero quedarme con lo bueno.

En Capricornio escuchamos cosas como «me gusta tu manera de pensar» o «tu belleza natural». ¿Es difícil encontrar letras así en la música actual?

Sí, pero yo es que soy un músico «de los de antes» y tenía que haber nacido con 30 años de antelación. El problema de ahora es que hay muchos cantantes que no cantan, que no han cogido una guitarra en su vida, que no han ido al conservatorio, que no han leído poesía. Lo que está pasando con la música ahora no había pasado jamás. Para los que nos gusta la música y cantar, esto es preocupante. Es como si a un tenista lo pusieran en las semifinales de Wimbledon sin haber tocado una raqueta antes. La industria utiliza y quema a chavales muy jóvenes. Ahora, esto va de que encuentren a quien les engañe menos. Y respecto al tema de las letras, es que a mí me gusta escribir algo que haga pensar, que emocione a quien lo escuche o con lo que puedan llegar a sentirse identificados. Pero ahora, para ser el número uno hay que hacer cierto tipo de cosas y no se te ocurra salirte del guion ni hacer nada que huela a propio. Yo para eso he sido muy rebelde, quizá por ello me ha ido así.

Pues le ha ido bastante bien…

Es cierto que llevo más de 25 años viviendo de la música y eso ya es un logro. Yo tuve un boom con Barcos de papel, que también me permitió «cruzar el charco» —donde se me quiere mucho—, y después he tenido la suerte de poder seguir en esta profesión, pero siempre manteniéndome fiel a mí mismo. No voy a hacer cualquier cosa para ser el número uno.

Ha hecho dúos con reconocidos cantantes y ha compuesto temas para otros tantos, como Malú, India Martínez, etc. ¿Ha pensado en centrarse solo en componer?

Me encanta componer, pero el escenario aún me llama mucho. Es cierto que, cuando escucho a artistas como los que mencionas interpretar mis canciones, siento un gran orgullo. Además, es más liberador cuando defienden tus temas otros en vez de tú mismo, porque cuando lo haces tú la presión es mayor, ya que te exiges aún más y siempre hay un «pero» que ponerte. De la otra forma, simplemente es relajarte y disfrutar. Pero, como te decía, el escenario me sigue llenando mucho y, mientras la gente lo quiera y yo esté en condiciones para poder seguir, así lo haré. Continuaré recorriendo toda España y estaré allá donde me llamen.

Precisamente de hacer duetos trata el nuevo proyecto en el que se ha embarcado, porque va a participar en el programa Dúos increíbles de Televisión Española.

Sí, estaré en la nueva temporada. El programa consiste en cantar distintos temas con gente nueva, joven… Realmente, es muy bonito porque se tocan estilos muy diferentes. Ahí sí que me van a ver cantando cosas que no cantaría normalmente. Pero es muy divertido.

«Para mí fue muy emocionante
actuar en la gala de los Premios Ejército»

En la última gala de los Premios Ejército actuó interpretando un par de canciones, entre ellas una versión propia de Filipinas, de Los Panchos. ¿Cómo surgió esa colaboración?

Pues un poco por casualidad, pero estoy encantado. Interpreté Filipinas con parte de la Unidad de Música del Regimiento «Inmemorial del Rey» no 1 y fue maravilloso. Además, tengo que decir que nunca había ensayado tanto para una gala como en esta ocasión; la verdad es que hacen un trabajo muy concienzudo. También canté Preciosa mía y, mientras lo hacía, me imaginaba Cuba, a una madre que lloraba por su hijo… Fue muy emocionante. Se creó un clima muy bonito y aún se me pone el pelo de punta. Desde luego, estoy abierto a todas las colaboraciones que el Ejército de Tierra quiera hacer conmigo.

Este tipo de colaboraciones, ¿pueden suponer para un artista que se le pongan determinadas etiquetas?

La verdad es que a mí eso me da igual, yo soy alguien muy sincero. Ya lo he dicho antes, soy muy fiel y muy leal. A mí me han educado con unos valores de respeto, de trabajo y de tantas cosas buenas que no voy a dejar atrás por el «qué dirán» o porque no sea lo más actual. Valoro mucho al Ejército y quiero mucho a mi país, aunque a veces seamos muy desagradecidos y muy críticos con los nuestros. Yo no voy «cambiando de chaqueta», ni musicalmente ni con mis ideas. Yo respeto y quiero que respeten.

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