ENTREVISTA A… MARCUS COOPER WALZ/PIRAGÜISTA

«El piragüismo es el deporte que  más medallas ha dado a España»

Marcus Cooper Walz (Ox-ford, 1994) es un deportista de sangre inglesa, pero de corazón español. Conocido por sus compañeros como Iceman (Hombre de Hielo), por su serenidad ante las competiciones, logró su primer oro en unos Juegos Olímpicos en Río de Janeiro,  en K1, en 2016. En los siguientes celebrados en Tokio alcanzó, junto a su equipo, integrado también por Carlos Arévalo, Saúl Craviotto y Rodrigo Germade, la medalla de plata para el K4. A comienzos del mes de agosto, los cuatro deportistas se proclamaban campeones del mundo en esta categoría durante los Mundiales disputados en Halifax (Canadá). Esto les posiciona como uno de los favoritos de cara a la próxima gran cita para el piragüismo español: los Juegos Olímpicos de 2024, en París.

El equipo formado por Marcus Cooper Walz, Saúl Craviotto, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade (de izquierda a derecha) consiguió la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

En 2022 no se celebran Juegos Olímpicos, pero nadie se baja de la piragua… Cada año que no hay Olimpiadas, el mayor objetivo de la temporada es el Campeona-to del Mundo, que, en esta ocasión, se ha celebrado del 3 al 7 de agosto en Canadá. Además, el año que viene es clasificatorio, porque es el anterior a los Juegos. Mi pro-pósito, de cara a 2024, es tratar de conseguir dos medallas en las mismas Olimpiadas: una en K4 (cuatro integrantes en el equipo) y otra en K2 (formado por dos deportistas).

Acaban de proclamarse, nuevamente, campeones del mundo. ¿Mucha dedicación y esfuerzo para lograr cada triunfo? Hay una parte importante de sacrificio, incluso de pasar muchos ratos fuera de casa. En el de-porte profesional tienes que estar las 24 horas cuidándote para llegar en las mejores condiciones. Me apoyo en una mentalidad muy fuerte, de superación, de intentar buscar los límites. Intento aprovechar la vida, y ver hasta dónde soy capaz de llegar.

Sus propios compañeros le han bautizado como Iceman… Suelo tener la mente fría. Cumplo con mi palabra y, ante las competiciones, ni me pongo nervioso ni me altero.

¿Cómo fueron sus orígenes en el piragüismo? Tuvo mucho que ver Mallorca, donde crecí, al vivir cerca del mar. Siempre me han gustado los entornos acuáticos. Un amigo me habló de este deporte y me encantó desde el principio, no solo por el ambiente en el que se desarrolla, sino porque además es muy exigente. Desde pequeño siempre quise hacer algún deporte que me pusiera en forma y este, en todos los aspectos, encajaba con mis gustos. Previamente había probado baloncesto y fútbol.

Decidió subirse a la piragua, y dejar a un lado otros deportes… Después de todos estos años, ¿cómo valora aquella decisión? Si en el piragüismo ya he llegado a lo más alto, imagínate que hubiera logrado esto mismo en el fútbol. Aun así, el piragüismo es el deporte por excelencia. En Tokio y Río de Janeiro fue el que más medallas trajo de vuelta a España.

De todos los triunfos logrados hasta el momento, ¿cuál destacaría como el más significativo? En mi casa hay tres medallas que guardo en mi habitación de una manera especial: las dos medallas olímpicas y la primera, de bronce, que conseguí en piragüismo, en un campeo-nato autonómico en Baleares. Muy especial fue la de Tokio, tras un año duro por la pandemia, entre otros factores. El hecho de haber compartido el resultado en equipo lo hace especial.

¿Qué supone compartir equipo con Carlos Arévalo, Saúl Craviotto y Rodrigo Germade? No me gusta llamarlo suerte, pero hemos encajado tremenda-mente bien. Los cuatro tenemos el mismo nivel deportivo, pero también humano. Esto ayuda en el entrenamiento y, también, en la competición. A ello se añade disponer de un gran entrenador, como es Miguel García.

A menudo imparte charlas, especial-mente en Baleares. ¿Por qué es importante transmitir los valores del deporte? Más que valores deportivos, yo creo que son valores humanos que tenemos todos y que, en un momento u otro, los vamos desarrollando. El deporte saca lo mejor de esos valores e, incluso, nos enseña a desechar los aspectos más negativos. Son cosas útiles que sirven para la vida, da igual que seas deportista, que seas estudiante o empresario. Por tanto, me siento muy a gusto hablando de esos valores a los demás.

En su perfil de Instagram se puede leer en una publicación: No hay un solo valor que no compartamos los deportistas con nuestro Ejército… Marcarse un objetivo ambicioso, trabajar duro para ello, apoyarse en el equipo, la disciplina, la organización e, incluso, tener presión en determinados momentos. En el ámbito militar es así, hay que tomar decisiones en momentos delicados. Los militares y los deportistas tenemos mucho en común.

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