«Anoche soñaba que estaba en el Área de Embarque»

En memoria del General Carvajal

No todas las despedidas son iguales. Hay quien ve una puerta, otros una escalera, alguno ve una luz y otros se imaginan un tren en un suspiro suspendido.

A veces, no hay mucho espacio ni tienes mucho tiempo para entrar en los caminos del silencio. Pero, ayer que se nos fue un caballero legionario paracaidista se llenaron los pasillos y la habitación del hospital con lo más íntimo que tenía, mientras divisaba allí, a pie de pista, un enorme y extraño avión y fijaba la mirada en una formación militar con sus guiones, ondeando al viento, que se mantenía firme a su lado.


Mientras, él se mira en el espejo de su vida y rescata las palabras que le salen del alma en ese momento y todo va preparándose para la partida sabiendo que los viejos soldados nunca mueren, tan sólo se desvanecen.

Y el viejo soldado escribe sus postreras letras en el aire y en el corazón:
«Anoche soñaba que estaba en el Área de Embarque, BA Torrejón. Pero era todo distinto Había a pie de pista en las plataformas un enorme y extraño avión. Una formación militar, con sus guiones y banderines ondeando al viento. LA BRIGADA PARACAIDISTA.
Un poco más allá, entremezclados, Veteranos Paracaidistas y Paracaidistas Veteranos. Y allá a lo lejos la imagen difusa de los Tercios de Flandes…» Por España y el que quiera defenderla…» Me ordenan embarcar. Me dicen de parte del Comandante del Avión, San Miguel, que el Señor Dios y Jefe nuestro ha tomado los mandos. ¡¡¡ El mejor PILOTO del mundo!!! Qué mientras no ponga luz verde ni se me ocurra saltar, como tantas veces has hecho.

El avión está llenos caras conocidas, que dicen que si hay lanzamiento me acompañaran pero que a tomar tierra, no, prefieren quedarse en los vientos de la Patria. Así que aquí estoy en la puerta del avión esperando órdenes (unas persona con bata blanca y aparatos me ordenan interrumpir. Deben mandar mucho.) Os dejo compañeros, amigos todos. Según vaya la Meteo, os informaré. Con todo mi compañerismo, afecto, lealtad, cariño y amor, el mejor y más grande abrazo Paracaidista, por tanto que os debo y que, generosamente, siempre me habéis dado. A ver qué decide el PILOTO.
Os quiere el Caballero Legionario Paracaidista Luis Carvajal Raggio.
«

Vuela como siempre, mi General, en este salto infinito.

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