«DEFIENDO LOS COLORES DE ESPAÑA Y NO HAY COSA MÁS GRANDE»

Con cinco años, Damián Quintero (Buenos Aires, 1984) era un niño muy activo. Por eso sus padres pensaron que practicar un deporte como el kárate le ayudaría a canalizar toda esa energía. El tiempo les ha demostrado que esa decisión fue todo un acierto, porque ese niño inquieto iba a convertirse en el primer karateca español en ser número uno del ranking mundial, en la modalidad de katas.
¿Por qué kárate y no cualquier otro deporte?
Porque donde vivíamos, en Torremolinos (Málaga), había un gimnasio donde lo daban que estaba cerca de casa, y porque el kárate es un deporte que ayuda mucho a mejorar la coordinación. Mis padres quisieron apuntarme cuando tenía cinco años, pero el profesor me vio muy pequeño y les dijo que esperasen al año siguiente. Así que, empecé con seis.
¿Aquel primer profesor del gimnasio se parecía al señor Miyagi de Karate Kid?
Pues un poco, también era canoso (risas)… Pero la verdad es que, ahora lo pienso, y veo que era bastante duro. Y sobre esa película, la primera que se hizo, tengo que decir que es bastante fiel al kárate.
SUEÑA CON PARTICIPAR EN UNOS JUEGOS OLÍMPICOS Y TRAERSE UNA MEDALLA
Ese título aficionó a muchos chavales en los años ochenta a practicar este deporte, y a día de hoy es una de las artes marciales con más licencias y clubes en España, sin embargo, no es olímpico, ¿le gustaría que eso cambiara pronto?
Claro, los Juegos Olímpicos son el máximo evento deportivo a nivel mundial, y me gustaría poder vivir esa experiencia. Y ya, si me pudiese traer una medalla, apaga y vámonos… A ver si es posible que para Tokio 2020 (Japón es la cuna de esta disciplina, y es el país anfitrión quien puede proponerlo) se incluya, porque además el kárate se lo merece.

Este deporte le ha permitido vivir momentos inolvidables, pero también los ha habido duros…
Sí, los siete años que estuve apartado de la competición internacional, por criterio del entonces seleccionador nacional, fueron muy difíciles, incluso llegué a pensar en dejarlo. Ahora que ha pasado el tiempo, creo que tal vez fue para evitar que me volviese prepotente, porque llegué a la Selección Absoluta con sólo 19 años y me proclamé subcampeón de Europa, y era muy joven…, aunque fueron muchos años.
| KATAS Y KUMITE |
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| En kárate hay katas y kumite/ combate. Los katas son la base, la técnica del kárate. Son una serie de movimientos, perfectamente estudiados (defensas y ataques) como si fuera un combate contra un rival imaginario. |
Pero volvió con mucha fuerza…
Sí, competí por equipos en el Campeonato del Mundo de Bremen, en 2014, y nos proclamamos, por primera vez para España, campeones del mundo. Por eso este título es uno de los que guardo mejor recuerdo, porque llegó después de todo el sufrimiento. El otro es la medalla de oro que me traje, a nivel individual, de los I Juegos Europeos de Bakú (Azerbaiyán), porque es como una medalla olímpica sin serlo. Por eso es la que mejor guardada tengo en casa.
¿Cómo vive esos momentos en el podio?
Cuando veo subir la Bandera y escucho el Himno Nacional, me emociono. Yo defiendo los colores de España y, para mí, no hay cosa más grande.
¿Tiene alguna manía antes de empezar el kata?
Sí, la verdad es que tengo un par de ellas. La primera, que nunca piso el tatami antes de entrar, no me gusta calentar en él, prefiero hacerlo en otro sitio (en el suelo o en el parqué, aunque sean más duros); y, antes de entrar, echo los pies para atrás como si fuese un toro antes de salir al ruedo… Y si no lo hago, es como que ya no empiezo con buen pie.

Además de sus éxitos deportivos, tiene un título universitario, es ingeniero aeronáutico. ¿Cómo fue compaginar los entrenamientos y los estudios?
Fue muy duro. A los 18 años me vine a Madrid, al Centro de Alto Rendimiento y a la Selección, y empecé la carrera. Recuerdo que el primer día del curso, en el Aula Magna, el jefe de estudios que nos dirigió unas palabras nos dijo que si había allí algún deportista de élite, podía levantarse y marcharse, porque esa carrera no podía compaginarse con nada. Me gustaría cruzármelo algún día…
¿Tiene alguna relación con el mundo militar?
Pues uno de mis mejores amigos y compañero de Selección, Cristian, que también ha sido campeón de España y del Mundo, pero en la modalidad de kumite (combate), es militar de Operaciones Especiales; por eso no me puede contar mucho de su trabajo, pero siempre encuentra un hueco para hacerme una llamada, aunque sea vía satélite, para darme la enhorabuena. Yo le pregunto que dónde está y qué hace, pero él no suelta prenda (risas).
¿Y qué piensa sobre su trabajo y el de los militares en general?
Pues que muchas veces se están jugando la vida por defendernos, para que nosotros podamos estar tranquilos. A mí, la verdad, es que me da miedo pensar en estar en esos países en guerra o donde estallan bombas, por eso lo que hace el Ejército español me parece impresionante. Ellos son los verdaderos héroes, y no los que nos traemos medallas.
